miércoles, 19 de septiembre de 2012

La actividad física puede mantener sanas a las personas con obesidad

La actividad física puede mantener sanas a las personas con obesidad

 
La revista “European Heart Journal” ha publicado un estudio sobre el metabolismo de los pacientes que sufren sobrepeso. En él, se indica que la práctica regular de actividad física puede mantener metabólicamente sanas y en forma a las personas obesas, mejorando su capacidad cardiorrespiratoria. Ha participado la Universidad de Granada.
 
El primer autor de este estudio, Francisco B. Ortega, de la Universidad de Granada, explica que “la obesidad está ligada a numerosas enfermedades crónicas, tales como problemas de tipo cardiovascular o cáncer. Sin embargo, parece haber un subgrupo entre las personas obesas, que no padece las complicaciones metabólicas características de la obesidad".

El grupo de investigadores que realizaron este análisis observaron que cerca de un 40% de los participantes obesos eran metabólicamente sanos. Esto supuso dos hallazgos principales. El primero indica que tener una mejor forma física, concretamente una mejor capacidad cardiorespiratoria (o aeróbica), derivada de la práctica regular de actividad física, es una característica de este subgrupo conocido como "metabólicamente sano, pero obeso". En segundo lugar, el estudio sugiere que una vez que la capacidad cardiorrespiratoria es tenida en cuenta, las personas metabólicamente sanas pero obesas tienen menor riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares que el resto de personas obesas. Además, éstas muestran un riesgo similar a las personas con un peso normal.Ortega afirma que “el mensaje para la población general que se extrae de este estudio, junto con estudios previos, es que independientemente del estado de peso corporal y grasa, aquellas personas con una mejor capacidad cardiorrespiratoria y que realizan actividad física de forma regular, tienen un menor riesgo de enfermedad y mortalidad". Este trabajo se realizó durante una de las estancias del investigador español en la Universidad de Carolina del Sur (USA) con el profesor Steven N. Blair, uno de los investigadores de mayor prestigio del mundo en temas de ejercicio físico, condición física y salud. Blair es el investigador responsable del “Aerobics Center Longitudinal Study”(ACLS), estudio del que se deriva la investigación, que incluye a más de 43.000 personas, seguidas durante un promedio de 15 años o hasta que fallecieron.

 

martes, 11 de septiembre de 2012

La actividad física aumenta la esperanza de vida de los mayores

La actividad física aumenta la esperanza de vida de los mayoresLas personas mayores que realizan actividad física pueden aumentar su esperanza de vida hasta en seis años. Ésta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska de la Universidad de Estocolmo sobre hábitos saludables a partir de los 75 años.
Está demostrado que existen factores en el estilo de vida que aumentan el riesgo de mortalidad entre las personas adultas. Algunos de ellos son el sobrepeso, el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, hasta ahora se desconocía si esa asociación era aplicable a personas mayores de 75 años.
Por ello, un grupo de investigadores del Instituto Karolinska han medido las diferencias en la supervivencia entre este sector de la población. Participaron cerca de 1.800 personas y el estudio se realizó durante 18 años. En ese periodo se registraron datos sobre edad, sexo, ocupación, educación, hábitos de vida, redes sociales y ocio.
Durante el tiempo que se realizó el estudio, un 92% de las participantes murieron. Los resultados muestran que los fumadores murieron un año antes que los no fumadores. Los ex fumadores tenían un patrón similar de supervivencia al de los no fumadores, lo que sugiere que dejar el tabaco durante la mediana edad reduce su efecto sobre la mortalidad.
De las actividades de ocio, la actividad física fue la que más influyó en la supervivencia. La edad media de fallecimiento de los participantes que nadaban, caminaban o hacían gimnasia con regularidad, era dos años mayor que aquellos que no lo practicaban.
Por lo general, el promedio de supervivencia de las personas con un perfil de bajo riesgo (conductas saludables y activas) fue de 5,4 años más que aquellos con un perfil de alto riesgo (vida sedentaria). Incluso entre personas de 85 años, o mayores, y personas con enfermedades crónicas, la esperanza de vida era cuatro años mayor para aquellos con un perfil de riesgo bajo.
Tras analizar todos los datos recogidos, los investigadores concluyeron que los resultados sugieren que el fomento de hábitos de vida saludables, incluso en edades avanzadas, puede aumentar la esperanza de vida. Destacan que probablemente sea así por la reducción de la morbilidad.

FUENTE: www.munideporte.com