domingo, 2 de diciembre de 2012


Natación, una buena elección para hacer actividad física

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La natación es considerada uno de los deportes más completos y no es por
casualidad. El que se movilicen la mayor parte de los músculos del cuerpo 
requiere un buen trabajo cardiovascular y eso aporta muchos beneficios, 
entre los que podemos destacar: 
  • Mejora de la resistencia cardiopulmonar.
  • Fortalecimiento muscular, sobre todo a nivel de espalda y tren superior.
  • Facilita la eliminación de secreciones del árbol respiratorio debido a las 
      condiciones ambientales de humedad y temperatura en la que se realiza
       esta actividad.
  • Es una actividad de bajo impacto para los huesos y articulaciones, con 
      lo que se prevendrán este tipo de lesiones y se facilitará la rehabilitación.
El introducirse en el agua y reducir la gravedad es una de las grandes ventajas
con la que cuenta la natación. Persona obesas que quieran empezar a 
moverse o aquellas que no puedan realizar actividades de impacto como 
por ejemplo correr, tendrán en la natación una estupenda opción para 
iniciarse en una actividad física.
Son muchos los médicos que recomiendan actividades acuáticas para bajar 
de peso, liberar tensiones o rehabilitar ciertas parte del cuerpo, esto 
último siempre bajo condiciones especiales y poniéndonos en manos de 
especialistas en la materia, ya que no todos los estilos de natación 
serán beneficiosos para según qué tipo de patologías.
Como toda actividad física, hay que tener en cuenta una serie de aspectos para
que nos aporte beneficios: duración de la actividad, intensidad, descansos, 
estilo, equipamiento, nivel de cloro y pH del agua, edad o estado físico previo.
Y recuerda que la natación no es sólo hacer largos en una piscina, esto
suele acabar aburriendo, hay muchísimas actividades que puedes realizar
debajo del agua.
FUENTE: www.vitonica.com

domingo, 18 de noviembre de 2012



Realizar ejercicio físico mejora las funciones cognitivas del cerebro

Realizar ejercicio físico mejora las funciones cognitivas del cerebro
Investigadores del Instituto del Corazón de Montreal (Canadá) realizaron un estudio sobre la capacidad cerebral. Las conclusiones apuntan que realizar actividad física mejora significativamente las funciones cognitivas del cerebro.

Este análisis demuestra que mantenerse en forma no solo es bueno para el cuerpo, sino que manteniene la mente activa. Los resultados del estudio indican que  las personas de mediana edad pueden mejorar significativamente sus funciones cognitivas al realizar entrenamientos físicos de alta intensidad.

La investigación ha sido dirigida por el doctor Anil Nigam de Instituto del Corazón de Montreal. Para llevarlo a cabo se han escogido participantes de entre 45 y 50 años que tenían un índice de masa corporal de entre 28 y 31 (sobrepeso), además de otros factores de riesgo cardiovascular. 

Con ellos se realizó un entrenamiento de alta intensidad, alternando periodos cortos de ejercicio de baja y alta intensidad aeróbica. Por ejemplo, una serie de 30 segundos de sprint seguido de 30 segundos de caminata o carrera suave. El Dr. Nigam explicó que “se trabajó con seis adultos que siguieron un programa de cuatro meses de entrenamiento a intervalos dos veces por semana en bicicletas estáticas y con ejercicios de resistencia. La oxigenación cerebral durante la prueba de esfuerzo puso de manifiesto que las funciones cognitivas de los participantes mejoraban mucho gracias al ejercicio”.

Nigam señaló que “los participantes se sometieron a una serie de pruebas cognitivas, biológicas y fisiológicas antes de realizar el programa. El objetivo era determinar sus funciones cognitivas, la composición corporal, el riesgo cardiovascular, la oxigenación cerebral durante el ejercicio y la capacidad aeróbica máxima". Las pruebas cognitivas incluyen tareas como recordar números y símbolos. 

Para ver lo que realmente estaba sucediendo en el cerebro durante la práctica del ejercicio, los investigadores utilizaron un espectroscopio de infrarrojo cercano (NIRS). Es un instrumento que detecta los cambios en el volumen y la oxigenación de la sangre que se producen en el cerebro cuando se realiza actividad física. Una vez finalizada la parte física se sometía a los voluntarios a pruebas de memoria a corto plazo, de atención cerebral y de velocidad del procesamiento mental.

El investigador afirmó que “después de finalizar el estudio descubrimos que el índice de masa corporal (IMC) de los participantes había disminuido, pero también había mejorado su puntuación en las pruebas cognitivas y los niveles de oxígeno en el cerebro”. Los científicos que participaron en este estudio aseguraron que muchas personas podrían beneficiarse de un programa como éste. Fue presentado en el Congreso Cardiovascular Canadiense (CCC) en Toronto a finales del mes de octubre.


FUENTE: www.munideporte.com

domingo, 11 de noviembre de 2012


TRX Suspension Training, la moda en ejercicios



Aquellos que nos preocupamos por nuestro estado físico, solemos estar siempre a la búsqueda de una rutina que nos brinde la mejor definición muscular en el menor tiempo. El TRX Suspension Training cumple con estos requisitos, ya que nos ejercitamos empleando nuestro propio peso para hacerlo. Con este entrenamiento ganamos resistencia para trabajar cada músculo directamente.
El TRX Suspension Training consiste en la práctica de ejercicios empleando unos arneses especiales, los que podemos fijar en casi cualquier sitio.
Increíble, el TRX es un sistema de entrenamiento que te permite ejercitarte con el peso de tu propio cuerpo creando la resistencia necesaria para trabajar directamente cada músculo, de acuerdo al ejercicio ejecutado. Los arneses pueden fijarse a la pared, a una puerta o a cualquier elemento con la altura necesaria. La clave está en aprovechar la fuerza del cuerpo y la de la gravedad, para trabajar la masa muscular.

Cómo nos beneficia el TRX

Este entrenamiento surge, como no podía ser de otra forma, en los cuerpos de marines de los Estados Unidos y fue desarrollado posteriormente por Fitness Anywhere. Es un concepto novedoso y natural, ya que cada uno realizará un esfuerzo proporcional a su complexión física. No podemos practicarlo de buenas a primeras, el entrenamiento debe ser gradual hasta adquirir la fuerza muscular necesaria.
Podemos decir que este método tiene diferentes niveles de exigencia, ya que hay diversas versiones de arnés, algunas más fáciles de configurar y portátiles. También podemos practicar cientos de ejercicios para mejorar la flexibilidad y fuerza, el equilibrio, la movilidad, eligiendo la intensidad que se ajuste más a nuestras expectativas y estado físico.
Este ejercicio es tan completo que podemos elegir sujetarnos por las manos o por los pies, dependiendo del grupo de músculo que queramos trabajar. Como resultado, obtendremos una mejora en la postura, el balance y la coordinación, además de fortalecer todos los grupos musculares. No se podría pedir más.
Aunque nos pueda parecer muy difícil viéndolo desde fuera, este método no tiene restricciones de edad. Sí, leyeron bien, la rutina está compuesta por ejercicios de fuerza, coordinación, resistencia, equilibrio y flexibilidad. En realidad, lo que se hace es incorporar movimientos cotidianos al entrenamiento, realizándolos ordenadamente hacia adelante, diagonal, atrás. Esto hace que el ejercicio se practique de una forma más natural.
El objetivo de este sistema era brindarle a los soldados la posibilidad de entrenar durante las misiones, donde no contaban con el equipo o espacio necesario para ejercitar. Fue entonces que un grupo de marines creó el primer prototipo de TRX, utilizando un arnés casero de entrenamiento, de los que se emplean en los paracaídas.
El invento fue rediseñado hasta llegar al actual método, que se popularizó debido al éxito obtenido en el entrenamiento en la Navy Seal. 
Vale la pena probarlo, es una forma de trabajar toda la musculatura corporal sin comprometer demasiado nuestra salud. Y como dijimos, no tiene límites de edad y por si fuera poco, sus creadores tienen una larga experiencia en el trabajo muscular.
FUENTE: www.vitonica.com

domingo, 14 de octubre de 2012

Estudio de la Academia Americana de Pediatría

La actividad física es clave en la lucha contra la obesidad infantil


La actividad física es clave en la lucha contra la obesidad infantil



La Academia Americana de Pediatría ha elaborado un estudio sobre los hábitos saludables de los menores. Indica que hasta los nueve años es importante que su alimentación sea equilibrada. A partir de esa edad, es fundamental que incluyan la actividad física en su rutina diaria para prevenir enfermedades como el sobrepeso o la obesidad.
El objetivo de este estudio era analizar la relación existente entre el consumo diario de calorías y el peso de los menores a lo largo de su infancia.  Para llevarlo a cabo se examinaron informes dietéticos de niños entre uno y 17 años. Se analizaron sus edades, pesos, índices de masa corporal, así como su ingesta calórica diaria. Además, se tuvieron en cuenta otros factores secundarios como el sexo, el origen étnico, la raza o la posición social.
Se llevó a cabo un seguimiento a un total de 12.648 niños en Estados Unidos. A todos ellos se les realizó una evaluación de su datos de consumo durante dos días. El 69% de los menores tenían un peso saludable, el 16% sufría sobrepeso, el 12% era obeso y un 4% padecía obesidad morbida.
Los datos obtenidos revelan que para mejorar la salud de aquellos niños que padecen sobrepeso u obesidad no es suficiente llevar a cabo una alimentación saludable. Aunque es fundamental que reduzcan su ingesta de calorías, la actividad física es clave para que, además de reducir su peso, tengan una mejor calidad de vida y estén más sanos.
Los autores de este estudio llegaron a la conclusión de que los niños pequeños con sobrepeso consumen más calorías que los niños de su misma edad con un peso saludable. Sin embargo, los adolescentes con sobrepeso consumen menos calorías que aquellos que no lo padecen. Esto sugiere que los niños menores de once años requieren una educación sobre los niveles adecuados de calorías diarias que pueden ingerir, mientras que a partir de esa edad es más importante que introduzcan la actividad física en su rutina diaria en lugar de hacer dieta.
www.munideporte.com

lunes, 1 de octubre de 2012


Un estudio revela que el ejercicio disminuye el hambre


Que el ejercicio aeróbico es una buena manera de mantener activo el metabolismo
todos lo sabemos, y es que por eso es una de las actividades preferidas a la hora
de mantener el peso de manera correcta. Pero en este post no nos queremos
detener en esta actividad en sí, sino en un estudio realizado por una universidad
de Australia en el que se ha dejado claro que el ejercicio aeróbico disminuye 
las ganas de ingerir alimentos.
Por norma general el deporte hace que nuestro consumo de energía aumente y
con ello el apetito de nuestro cuerpo. Esta es la idea que desde hace tiempo
tenemos asociada a la práctica deportiva. A pesar de todo en esta ocasión este 
estudio parece contradecir todo lo que hasta ahora se pensaba, aunque solamente 
sucedería esto con el ejercicio aeróbico, nunca con el anaeróbico, y es que esta
actividad puede tener más efectos en el organismo de los que pensábamos.

Parámetros del estudio

Según este estudio realizado por una universidad de Australia, y publicado en
la revista Metabolism, la sensación de lleno que tendremos será mayor cuando en
nuestras rutinas de entrenamiento incluimos ejercicios aeróbicos. El estudio afirma
que las ganas de comer disminuyen sobremanera a la hora de practicar este tipo
de deporte, y que por ello es uno de los mejores aliados a la hora de conseguir 
perder esos kilos que nos sobran.
El estudio se realizó con hombres sedentarios y con sobrepeso para valorar en
ellos el efecto inmediato que generaba la realización de actividad deportiva. Para ello
lo que se hizo fue dividirlos en tres grupos y el primero realizó durante cuatro meses
ejercicio aeróbico tres veces por semana. El segundo realizó ejercicios con pesas
en el mismo periodo de tiempo, y el último grupo no hizo ningún tipo de actividad.
Durante el estudio se les realizaron diferentes pruebas de control a los tres grupos
al final del periodo se llegó a la conclusión de que la sensación de hambre y
requerimiento de nutrientes por parte del cuerpo era la misma, solo que los que 
realizaban actividad aeróbica tenían una mayor saciedad, lo que les llevaba a
consumir menos cantidad de alimento que al resto de grupos que se mantenían 
exactamente igual que al comienzo del estudio.

Conclusiones

Según los datos recogidos por el estudio, los niveles de hormonas que actúan a
la hora de sentir apetito no variaron en absoluto, por lo que el hambre seguía 
existiendo, pero la saciedad llegaba antes. En este estudio se ha detectado que una
sustancia, concretamente la conocida como leptina, que es la encargada de informar 
al cerebro de que no necesitamos más alimento en el estómago, aparecía en más 
cantidades en los que realizaban ejercicio aeróbico.
Estos resultados demuestran que el apetito es más fácil de controlar por las
personas que practican actividad aeróbica, ya que además de quemar más calorías, 
lo que conseguiremos será saciarnos mucho antes y por lo tanto hacer mucho más 
efectiva la actividad a la hora de controlar el peso de nuestro cuerpo.

FUENTE: www.vitonica.com

miércoles, 19 de septiembre de 2012

La actividad física puede mantener sanas a las personas con obesidad

La actividad física puede mantener sanas a las personas con obesidad

 
La revista “European Heart Journal” ha publicado un estudio sobre el metabolismo de los pacientes que sufren sobrepeso. En él, se indica que la práctica regular de actividad física puede mantener metabólicamente sanas y en forma a las personas obesas, mejorando su capacidad cardiorrespiratoria. Ha participado la Universidad de Granada.
 
El primer autor de este estudio, Francisco B. Ortega, de la Universidad de Granada, explica que “la obesidad está ligada a numerosas enfermedades crónicas, tales como problemas de tipo cardiovascular o cáncer. Sin embargo, parece haber un subgrupo entre las personas obesas, que no padece las complicaciones metabólicas características de la obesidad".

El grupo de investigadores que realizaron este análisis observaron que cerca de un 40% de los participantes obesos eran metabólicamente sanos. Esto supuso dos hallazgos principales. El primero indica que tener una mejor forma física, concretamente una mejor capacidad cardiorespiratoria (o aeróbica), derivada de la práctica regular de actividad física, es una característica de este subgrupo conocido como "metabólicamente sano, pero obeso". En segundo lugar, el estudio sugiere que una vez que la capacidad cardiorrespiratoria es tenida en cuenta, las personas metabólicamente sanas pero obesas tienen menor riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares que el resto de personas obesas. Además, éstas muestran un riesgo similar a las personas con un peso normal.Ortega afirma que “el mensaje para la población general que se extrae de este estudio, junto con estudios previos, es que independientemente del estado de peso corporal y grasa, aquellas personas con una mejor capacidad cardiorrespiratoria y que realizan actividad física de forma regular, tienen un menor riesgo de enfermedad y mortalidad". Este trabajo se realizó durante una de las estancias del investigador español en la Universidad de Carolina del Sur (USA) con el profesor Steven N. Blair, uno de los investigadores de mayor prestigio del mundo en temas de ejercicio físico, condición física y salud. Blair es el investigador responsable del “Aerobics Center Longitudinal Study”(ACLS), estudio del que se deriva la investigación, que incluye a más de 43.000 personas, seguidas durante un promedio de 15 años o hasta que fallecieron.

 

martes, 11 de septiembre de 2012

La actividad física aumenta la esperanza de vida de los mayores

La actividad física aumenta la esperanza de vida de los mayoresLas personas mayores que realizan actividad física pueden aumentar su esperanza de vida hasta en seis años. Ésta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska de la Universidad de Estocolmo sobre hábitos saludables a partir de los 75 años.
Está demostrado que existen factores en el estilo de vida que aumentan el riesgo de mortalidad entre las personas adultas. Algunos de ellos son el sobrepeso, el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, hasta ahora se desconocía si esa asociación era aplicable a personas mayores de 75 años.
Por ello, un grupo de investigadores del Instituto Karolinska han medido las diferencias en la supervivencia entre este sector de la población. Participaron cerca de 1.800 personas y el estudio se realizó durante 18 años. En ese periodo se registraron datos sobre edad, sexo, ocupación, educación, hábitos de vida, redes sociales y ocio.
Durante el tiempo que se realizó el estudio, un 92% de las participantes murieron. Los resultados muestran que los fumadores murieron un año antes que los no fumadores. Los ex fumadores tenían un patrón similar de supervivencia al de los no fumadores, lo que sugiere que dejar el tabaco durante la mediana edad reduce su efecto sobre la mortalidad.
De las actividades de ocio, la actividad física fue la que más influyó en la supervivencia. La edad media de fallecimiento de los participantes que nadaban, caminaban o hacían gimnasia con regularidad, era dos años mayor que aquellos que no lo practicaban.
Por lo general, el promedio de supervivencia de las personas con un perfil de bajo riesgo (conductas saludables y activas) fue de 5,4 años más que aquellos con un perfil de alto riesgo (vida sedentaria). Incluso entre personas de 85 años, o mayores, y personas con enfermedades crónicas, la esperanza de vida era cuatro años mayor para aquellos con un perfil de riesgo bajo.
Tras analizar todos los datos recogidos, los investigadores concluyeron que los resultados sugieren que el fomento de hábitos de vida saludables, incluso en edades avanzadas, puede aumentar la esperanza de vida. Destacan que probablemente sea así por la reducción de la morbilidad.

FUENTE: www.munideporte.com

jueves, 30 de agosto de 2012

El sedentarismo reduce hasta en diez años la esperanza de vida

El sedentarismo reduce hasta en diez años la esperanza de vidaNo realizar actividad física regularmente disminuye la esperanza de vida hasta en diez años. Es una de las conclusiones del Simposio sobre Balance Energético de la Serie Científica Latinoamericana, que se celebró en Guarujá (Brasil) a mediados de agosto. Los especialistas consideran también que no existe mejor fármaco que el ejercicio.
Durante el evento, los asistentes también coincidieron en que es indispensable hacer un esfuerzo multidisciplinario en el que participen gobiernos, industrias, organizaciones sociales y especialistas de la salud para promover la actividad física. Ésa es la forma más eficiente de combatir la epidemia de obesidad. Señalaron que practicar ejercicio con regularidad puede incrementar hasta diez años la esperanza de vida, además de reducir hasta en un 50% la probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y los problemas cardiovasculares.
El encuentro congregó a más de 130 expertos e investigadores en temas de nutrición y sanidad pública de todo el continente. En él, se llevó a cabo un intenso debate sobre los beneficios de la actividad física en prácticamente todos los aspectos de la salud, por lo que su promoción, según apuntaron, debe ser una prioridad en las agendas políticas de todos los países. Los especialistas coincidieron en la idea de que hacer ejercicio y cuidar la alimentación es la mejor vía para combatir los problemas asociados al aumento de peso.
El presidente del Comité Científico, encargado de la organización de este simposio, Fernando Lavalle, indicó que “el control inadecuado del balance energético es quizá la principal causa de la obesidad que afecta a América Latina”.

Por su parte, John Duperly (especialista en Medicina Interna de la Universidad de Rosario en Colombia) presentó diversas evidencias científicas que documentan los beneficios de la actividad física en todos los ámbitos de la salud. Mencionó que “hacer una hora diaria de ejercicio moderado activa cerca de 800 genes que contribuyen a conservar una buena salud. Hasta ahora, no hay ningún fármaco en el mercado que tenga los efectos de mantener un estilo de vida saludable, como hace el ejercicio”.
Explicó, además, que con cinco intervenciones en el estilo de vida se puede reducir hasta en un 90% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2: No fumar, un consumo moderado de alcohol, comer cinco porciones de frutas y verduras al día, hacer 150 minutos de ejercicio semanales (30 minutos diarios) y mantener un peso adecuado.

Sin embargo, señaló que es importante que los profesionales de la salud cuenten con las herramientas y conocimientos básicos para prescribir la actividad física de forma terapéutica, pues actualmente no cuentan con la información suficiente para motivar a sus pacientes para cambiar sus hábitos e incorporar el ejercicio en su rutina diaria. Aseguró que “comprender el comportamiento humano y cambiarlo es el desafío más grande del balance energético”.

El investigador Mauro Valencia (Universidad de Sonora, México) manifestó que “el gasto energético total de un individuo se determina por el gasto del propio metabolismo, el efecto termogénico de los alimentos y el gasto por actividad física, que es el más variable”. Por otro lado, el doctor Eric Ravussin (director del Centro Biomédico Pennington de Investigación para Nutrición en Obesidad de la Universidad Estatal de Luisiana, EE.UU) afirmó que “uno de los factores determinantes en el aumento de peso que experimentó la población mundial en los últimos años es el mayor consumo de grasas, más que la ingesta de carbohidratos y azúcares, pues las grasas tienen un mayor impacto en el desequilibrio del balance energético”.


miércoles, 1 de agosto de 2012

Deporte y Estres

  


El problema de la salud mental se ha agudizado severamente en la sociedad actual. Una investigación realizada por el Instituto Nacional de Salud Mental Americano -NIMH- sobre una muestra de 17.000 personas de cinco comunidades, utilizando como fuente de diagnóstico el DSMMD, indicó que durante seis meses, un 20% de la población adulta sufrió de alguna manera de algún trastorno mental y hace una estimación que entre el 29 y el 38% de los americanos adultos puede padecer algún problema psiquiátrico significativo durante sus vidas.

Una gran parte de los trastornos y de los síntomas se relacionan con el estress, como la ansiedad y la depresión. Para tratar estos trastornos tradicionalmente se usa la psicoterapia y la medicación. La psicoterapia comprende un largo tratamiento y los psicotrópicos casi siempre presentan efectos colaterales. Sin hablar del alto coste de un tratamiento psicoterapéutico o medicamentoso. De esta manera, para enfrentar a los trastornos referidos, han sido estudiados otros medios alternativos. Una técnica no tradicional es el ejercicio y el deporte.

El valor del ejercicio para la prevención y tratamiento de la ansiedad y la depresión, era conocido por los médicos desde la época de Hipócrates.

Vamos a presentar algunos aportes para comprender bien las distintas posibilidades de aplicación del ejercicio y del deporte, para beneficiar el área emocional de los practicantes, ya sea un sujeto saludable, un atleta de élite o de recreación o también un portador de trastornos o de diversas deficiencias.

Definición de ejercicio y deporte
El Colegio Americano de Medicina del Deporte clasifica el ejercicio o el deporte en tres tipos:

a) cardiorrespiratorio (aeróbico)
b) fuerza o resistencia muscular
c) flexibilidad.
La mayoría de los estudios realizados para verificar la influencia del ejercicio sobre el área emocional del ser humano, utilizaron actividades aeróbicas como la carrera, natación o ciclismo. Algunos realizaron ejercicios anaeróbicos (entrenamiento de fuerza). No fueron utilizados ejercicios de flexibilidad.

El deporte utilizado en las investigaciones, son actividades deportivas, individuales o colectivas, que poseen una reglamentación a nivel internacional, practicados desde las escuelas deportivas, el deporte adulto recreativo, así como el de alto rendimiento.

Ejercicio, deporte y ansiedad
El ejercicio y el deporte promueven una reducción significativa de la ansiedad-estado y sus medidas fisiológicas correlacionadas. De acuerdo con el meta-análisis de Petruzzello (1991), no hay duda que el ejercicio está asociado con una reducción de esas tres medidas, de acuerdo con la edad, sexo y modelo de salud mental.

Una sesión de ejercicios aeróbicos, por ejemplo, es suficiente para reducir la ansiedad de individuos ansiosos. Para producir un efecto tranquilizante el ejercicio debe ser rítmico, como la caminata, la carrera, saltar sobre obstáculos, o andar en bicicleta, manteniendo una duración de 5 a 30 minutos, en una intensidad del 30 al 60% de la intensidad máxima permitida para el sujeto.

Algunos programas de ejercicio no reducen la ansiedad porque no respetan un mínimo de tiempo necesario. La reacción de ansiedad es algo individual y suponer que el ejercicio o el deporte puedan alterar este patrón es algo irreal. Es necesario un tiempo de práctica de entre 4 a 20 semanas. Así también, para trastornos de pánico y agorafobia los resultados han sido controvertibles.

Ejercicio, deporte & Depresión
El ejercicio y el deporte han sido considerados ya hace cierto tiempo como una medida higiénica
. Desde una óptica opuesta, algunos investigadores llegaron a la conclusión que la falta de ejercicio es un factor importante para la aparición de síntomas de depresión. La posibilidad de reducción de los síntomas de ansiedad y depresión por medio del ejercicio, contribuyó a que varios psicoterapeutas comparasen el ejercicio con diversos tipos de psicoterapias tradicionales, demostrando que tanto el ejercicio aeróbico como anaeróbico presentan un valor similar a cualquier procedimiento de psicoterapia tradicional.

El ejercicio físico puede ser una alternativa al tratamiento o una ayuda en un tratamiento con dispositivos tradicionales de psicoterapia en la formas unipolares de depresión leve o moderada. Existen dudas de si diferentes intensidades en el ejercicio y el deporte presentan beneficios emocionales diferentes a sus practicantes. El proceso del ejercicio, ya sea de corta o larga duración, causa un bienestar mental y mejoría psicológica. La actividad física es causante de una mejora en la autoestima que produce beneficios en la hipertensión, osteoporosis, crisis diabéticas y varios trastornos psiquiátricos. Es una forma efectiva como otras formas de psicoterapia para el paciente depresivo.
Los beneficios individuales del ejercicio incluyen: a) reducción de la ansiedad-estado; b) reducción a niveles mínimos y moderados de la depresión; c) reducción de los niveles de estress; d) reducción de los niveles de neurosis; e) colabora en el tratamiento de la depresión severa; f) beneficia psicológicamente a ambos sexos y a todas las edades.

FUENTE: www.deportesalud.com

martes, 24 de julio de 2012


El ejercicio como factor protector del cerebro que envejece

camina sonrie

Cada vez hay más estudios que avalan lo positivo que es el ejercicio físico, no solo a nivel orgánico, sino también a nivel cognitivo, y es que el ejercicio puede ayudara a proteger el cerebro que envejece.
Ya existen diversos estudios aplicando programas ejercicio moderado de diverso tipo que señalan lo beneficioso del ejercicio físico en personas mayores para ayudar a prevenir ciertos deterioros cognitivos asociados a la edad.

Estudios publicados recientemente

En este caso, un primer estudio señala que las personas mayores sedentarias que empezaron a caminar a paso moderado tres veces por semana durante un año vieron aumentado el tamaño de la región cerebral relacionada con la memoria.
Un segundo estudio encontró que el entrenamiento con pesas dos veces por semana en personas que tenían fallos de memoria tuvo el efecto de mejorar las puntuaciones en pruebas de memoria y pensamiento.
Un tercer estudio mostró que un programa de ejercicio relacionado con el entrenamiento de fuerza y equilibrio ayudaba a mejorar la memoria. Es decir, que diferentes intervenciones a nivel de evitar el sedentarismo y dar unas pautas de ejercicio moderado han tenido como resultado mejora en pruebas que miden diversos tipos de rendimiento mental.
Estos estudios se han presentado recientemente, pero ya existe otra evidencia de la relación entre programas moderados de ejercicio físico y beneficios a nivel orgánico y mental en personas mayores. Ante la creencia de que en edades avanzadas el cuerpo, y también el cerebro, van en declive y ya no pueden mejorar más, hay que tener en cuenta de que el organismo todavía conserva cierta capacidad de mejora.

Lucha contra la inactividad física y mental

Además, nunca hay que perder de vista la idea de que no luchamos contra el envejecimiento, sino contra el sedentarismo y la inactividad. No podemos vencer el paso del tiempo, pero sí podemos reducir las horas que pasamos en el sofá sin hacer nada.
En muchas ocasiones el sedentarismo limita más que la edad avanzada, por lo que pasar de una vida sedentaria a realizar un poco de actividad moderada de forma regular durante un período de tiempo como un año da signos claros de mejora a nivel físico y mental.
En muchos casos las personas de edad avanzada se resignan a las limitaciones impuestas por el peso de los años: problemas a nivel físico, dificultad para caminar, dolores articulares, inicio de pérdida de capacidades cognitivas como atención, memoria, enlentecimiento en el procesamiento de la información… Muchas veces tanto ellos como la sociedad se resignan a que “son achaques de la edad” y hay que aceptarlos y convivir con ellos.
Es cierto que aceptarlos es un logro, puesto que muchas personas mayores no aceptan sus limitaciones, las niegan, y no buscan soluciones ni se dejan ser ayudados. Por lo tanto, aceptar y vivir con estos problemas es un primer paso, pero hay muchos más que dar. Sabemos que una mejora en el estilo de vida ayuda a la persona a mejorar sus capacidades, tanto de índole físico como mental.
No podemos parar el avance de los deterioros, pero sí podemos conseguir que el avance sea lo más lento posible. Lo que sí podemos evitar por completo es la pérdida de capacidad por falta de uso. La vida inactiva, tanto de cuerpo como de mente, genera una atrofia, una pérdida de capacidades, que sí es posible recuperar con entrenamiento.
Si estos programas de ejercicio que demuestran que una vida activa mejora en cierta medida el rendimiento mental, si a esto se le añade un programa de estimulación cognitiva para mantener las funciones del cerebro seguro que los resultados son más que positivos, y se consigue ralentizar el proceso de pérdida de capacidades que está asociado a seguir cumpliendo años.
En mi experiencia profesional he visto como personas muy mayores que llevaban una vida completamente sedentaria en casa mejoraban a nivel físico y mental simplemente con entrenamiento suave realizado de forma protocolizada durante un período de varios meses, por lo que nunca hay que rendirse y dejar que el cuerpo y la mente acumulen fallos por la falta de uso.

FUENTE: www.vitonica.com

martes, 10 de julio de 2012


Estudio de la Universidad de Roma
10/07/2012

La actividad física aumenta la capacidad académica de los niños

La actividad física aumenta la capacidad académica de los niñosLa Universidad de Roma ha elaborado un estudio sobre la relación entre la actividad física y el rendimiento académico de los niños. Los resultados indican que realizar ejercicio de forma regular puede llegar a aumentar su capacidad de atención y de concentración hasta un 10%. Las pruebas se realizaron en menores de entre ocho y 11 años.
Los expertos que han realizado este estudio llevaron a cabo un seguimiento a 138 niños, realizándoles pruebas de agudeza mental bajo una serie de factores externos entre los que se incluía, en ocasiones, la práctica de ejercicios físicos. Los resultados concluyeron que fomentar la actividad física entre los menores en las escuelas puede conseguir que se mejore su rendimiento académico.
Maria Chiara Gallotta, primera autora del estudio, explicó que “con frecuencia, los maestros afirman que los estudiantes pierden la atención y la concentración durante periodos a lo largo de su vida académica. Los elementos claves del aprendizaje, especialmente importantes durante el desarrollo, son la atención y la concentración. Nuestro estudio examinó la relación entre el esfuerzo y los niveles de atención y concentración de los niños de la escuela”.
Durante un período de estudio de tres semanas, los niños recibieron tres sesiones de pruebas de 50 minutos cada una. Antes de la primera prueba, todos habían participado en alguna actividad que conllevaba esfuerzo físico. Antes de la segunda prueba, solo se realizaron ejercicios académicos. Y en la tercera participaron tanto en actividades físicas como académicas. Todas ellas se estructuraron de manera que se pudiesen medir tanto las habilidades de concentración, la velocidad con la que los niños respondían, así como la calidad de sus respuestas.
Los alumnos obtuvieron mejor rendimiento tras la actividad física. La velocidad para procesar problemas aumentó en un 9% tras hacer algún tipo de “ejercicio” mental y un 10% tras la actividad física. Pero tras un esfuerzo combinado físico y mental, las puntuaciones de las pruebas aumentaron únicamente un 4%.
De forma similar, en las pruebas que medían la habilidad de concentración, la actividad mental previa a las pruebas académicas mejoró las puntuaciones en un 13%, y la actividad física consiguió mejorarlas en un 10%. Cuando se combinaron ambas, los resultados de las pruebas aumentaron un 2%.
Los autores apuntaron que las puntuaciones más bajas podrían deberse a un aumento en el estrés asociado con pedir a los niños que ejercitaran tanto sus cerebros como sus cuerpos al mismo tiempo. Gallotta señaló que “nuestros hallazgos sugieren que varios tipos de esfuerzo tienen distintas influencias beneficiosas sobre el rendimiento cognitivo inmediato de los niños escolares. Aunque se necesita más investigación, creemos que esto provee una justificación útil para el aumento de realizar actividad física durante la vida académica de los niños”.
Los resultados de este estudio han sido publicados en la prestigiosa revista científica “Los Medicine & Science in Sports & Exercise”.

FUENTE: Munideporte.com

lunes, 2 de julio de 2012

Estudio realizado a más de 3.000 mujeres

La actividad física puede reducir el riesgo de sufrir cáncer de mama

La actividad física puede reducir  el riesgo de sufrir cáncer de mama La Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) ha realizado un estudio sobre el cáncer de mama y la actividad física en más de 3.000 mujeres. Sus conclusiones destacan que las que practican ejercicio pueden reducir el riesgo de sufrir cáncer de mama, siempre y cuando lo complementen con una alimentación saludable.

Esta investigación fue llevada a cabo por la Universidad de Carolina del Norte y la Escuela Gillings de Salud Pública Global en Chapel Hill. El objetivo era buscar un vínculo entre la actividad física recreativa y el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Para ello, se analizaron a 1.504 mujeres con esta enfermedad y 1.555 sin cáncer, entre los 20 y los 98 años.

De todas las mujeres que participaron en este análisis, se concluyó que las que hacían ejercicio, ya fuera durante sus años reproductivos o después de la menopausia, tenían un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama. Quienes hacían ejercicio entre diez y 19 horas semanales experimentaron el mayor beneficio, acercándose a un 30% en la reducción de riesgo. Este hecho se apreció en todos los niveles de intensidad y resultó especialmente relevante en aquellas mujeres con cáncer de mama con receptores hormonales positivos.

Cuando los investigadores examinaron los efectos conjuntos de la actividad física, el peso y la forma del cuerpo, encontraron que incluso las mujeres activas que se encontraban por encima de su peso, especialmente después de la menopausia, tenían un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Por esa razón, el estudio concluyó que realizar ejercicio físico, ya sea de forma leve o intensa, puede reducir el riesgo de sufrir un cáncer de mama. Sin embargo, este efecto beneficioso puede ser eliminado si las mujeres no controlan adecuadamente su peso. Eso significa que, además de practicar actividad física regularmente, es importante mantener una alimentación saludable que lo complemente.

Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2030 el número de personas que sufrirán cáncer aumentará en un 75%. Este incremento será particularmente agudo en aquellos países donde se adoptan estilos de vida poco saludables. La OMS establece que los avances económicos representarán un incremento en los casos de cáncer relacionados con la mala alimentación, la falta de actividad física y otros malos hábitos ligados a enfermedades como, por ejemplo, el cáncer de mama.

FUENTE: munideporte.com

miércoles, 20 de junio de 2012

La actividad física reduce en un 40% el riesgo de sufrir un infarto


La actividad física reduce en un 40% el riesgo de sufrir un infartoLa Asociación Americana del Corazón señala que la actividad física reduce en un 40% el riesgo de sufrir un infarto. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad y se deben al sedentarismo y la mala alimentación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejó en sus Estadísticas Sanitarias Mundiales de 2012 que de los 57 millones de personas que murieron en 2008, 17 millones (un 30%) fallecieron debido a enfermedades cardiovasculares. Además, prevén que esta cifra aumente a 25 millones en el 2030. Sin embargo, estas enfermedades no transmisibles se pueden evitar llevando a cabo una dieta equilibrada y realizando actividad física regularmente.

Sobre este problema, la cardióloga Liliana Cárdenas (catedrática de la Universidad Católica de Ecuador) explicó que “la enfermedad cardíaca coronaria es la forma más frecuente de todos los padecimientos cardiacos y se produce por la enfermedad ateroesclerótica: la formación de depósitos de grasa en las paredes internas de los vasos que envían sangre al corazón o al cerebro. Esto hace que los vasos se vuelven más estrechos y menos flexibles, por lo que aumenta la probabilidad de que se formen coágulos sanguíneos que se obstruyan con mayor facilidad. Esto afecta al flujo de la sangre hacia el corazón y el cerebro, provocando infartos y accidentes cerebro-vasculares”.

La especialista mencionó la importancia de "practicar ejercicio físico de manera habitual para quemar el exceso de grasa del cuerpo, mejorar la circulación sanguínea, aumentar la concentración de oxígeno, fortalecer el músculo cardíaco y los huesos". Por otra parte, la Asociación Americana del Corazón asegura que la actividad física disminuye la probabilidad de sufrir un infarto hasta en un 40%. Por ello, esta organización recomienda que los adultos realicen 150 minutos de moderada o 75 minutos de intensa actividad física a la semana. El objetivo sería realizar 30 minutos de ejercicio diario cinco veces a la semana para conseguir una vida activa.
En cuanto a los niños, la obesidad hace que aumente el riesgo de que en el futuro puedan sufrir enfermedades crónicas o sean más propensos a sufrir un infarto. Además, pueden padecer hipertensión, diabetes y enfermedades coronarias. Se recomienda reducir ese riesgo ayudándoles a mantener un peso saludable, una alimentación sana y una vida activa. La Asociación Americana del Corazón recomienda que practiquen hasta 60 minutos diarios de ejercicio.

En relación a la alimentación, la OMS explica que el desequilibrio calórico (consumir más calorías de las que se gastan) representa un papel importante en el desarrollo de las enfermedades coronarias. Por eso, lo primordial es comprender que debemos mantener una alimentación equilibrada que incluya suficientes cantidades de cereales, legumbres, frutas, verduras, lácteos, carnes, pescados, aceites y grasas, así como una adecuada hidratación. La doctora Cárdenas aseguró que “un plan equilibrado proporciona la cantidad apropiada de nutrientes que el cuerpo necesita como calcio, hierro, acido fólico y vitaminas”.

viernes, 1 de junio de 2012

Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad

El 44,5 por ciento de los niños españoles padecen exceso de peso


El 44,5 por ciento de los niños españoles padecen exceso de peso La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad ha elaborado un balance sobre esta enfermedad en la población infantil. Partiendo de los estudios “enKid” y “ALADINO”, concluye que el 44,5% de los menores sufren exceso de peso.El sobrepeso infantil es uno de los grandes males endémicos que padece la sociedad del siglo XXI. Por ello, la SEEDO quiere alertar de la tendencia al alza de esta patología que no se ha sabido frenar ni revertir en los últimos 15 años, llegando a afectar, actualmente, al 44,5% de la población española en edad prepuberal.Para encontrar las causas de su crecimiento, esta entidad ha comparado exhaustivamente los datos recogidos en los últimos estudios realizados en España sobre obesidad infantil: El estudio enKid (1998-2000) y el ALADINO (2010-2011), llevados a cabo con más de doce años de diferencia. Una vez realizada la comparativa se corroboró que el exceso de peso infantil aumentó progresivamente en el transcurso de las últimas décadas, pasando de tener una leve incidencia a convertirse en un verdadero problema de salud pública.

Los datos del estudio ALADINO, extraídos tras analizar una muestra de 7.659 niños de 19 comunidades autónomas, permiten trazar el mapa de la obesidad infantil en España. Del estudio se desprende que el sobrepeso y la obesidad afectan a más niños que niñas (26,7% de sobrepeso en varones frente al 25,7% en mujeres, y el 20,9% de obesidad frente al 15,5%), y en mayor medida a los que no desayunan nunca o lo hacen menos de tres días a la semana. También es notable en aquellos que comen en casa y llevan una vida sedentaria realizando poca actividad física. Los motivos pueden ser bien porque van y vuelven en coche de casa al colegio o porque no disponen de zonas verdes próximas a sus residencias.

La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad especifica también que esta enfermedad no solo es debida a un exceso de consumo de alimentos y a la falta regular de ejercicio físico.También se recogen otras variables que inciden en la proliferación de la obesidad a lo largo de los años como son las pocas horas de sueño y el nivel educativo y socioeconómico de los progenitores y/o tutores.

La doctora Empar Lurbe, miembro de la Junta Directiva de la SEEDO, declaró tras realizar este balance que “los datos demuestran que la prevalencia de sobrepeso y obesidad, en los países desarrollados, aumenta a medida que los niños y niñas duermen menos tiempo. Y entre aquellos cuyos padres cuentan con niveles socioeconómicos y formativos más bajos (primaria-secundaria) porque aún consideran la obesidad infantil como un indicador de salud y posición social”.


El crecimiento de esta patología ha hecho que España se sitúe a la cabeza de Europa en obesidad
infantil, solo superada por Italia y Chipre, según se recoge en el último análisis europeo sobre esta materia, concluido en el año 2011: El estudio IDEFICS. Una investigación, activada en 2006 bajo la coordinación de la Universidad de Bremen, para explorar los riesgos del sobrepeso y la obesidad en niños, así como sus consecuencias asociadas a largo plazo.

Lurbe señaló que “gracias a este estudio se ha podido comprobar que uno de cada cinco niños es obeso o tiene sobrepeso y que en Europa hay más niñas que niños menores de diez años con exceso de peso. Asimismo, se ha podido saber que la prevalencia de obesidad infantil es mayor en la zona del sur de Europa (hasta el 20%) que en la zona norte (menos del 5%)".


FUENTE: Munideporte.com

martes, 22 de mayo de 2012

Los niños dejan de hacer ejercicio a los doce años

Según datos del Centro Superior de Deportes los escolares españoles tienen una vida pasiva, cuyos niveles de actividad descienden a medida que pasan los años.  

Las instituciones y los profesionales de la salud y la actividad física consideran que realizar menos de tres horas de actividad física a la semana es llevar una vida sedentaria.

Este índice es el que se considera, por norma general, el tiempo mínimo para que niños y adolescentes se mantengan sanos y combatan los efectos negativos del sedentarismo. Lo ideal sería dedicar a la actividad física una hora diaria. Según esto, el 43% de los escolares tienen una vida activa mientras que el 35% tienen una vida absolutamente pasiva, realizando menos de tres horas de deporte a la semana.
El estudio constata, además, que el momento en el que empieza a descender el ejercicio físico son los 12 años. Es la "edad crítica" en la que niños y niñas empiezan la adolescencia y comienzan a enfrentarse a muchísimos cambios: el paso de primaria a secundaria, la mayor autonomía sobre su tiempo libre, la búsqueda de nuevas activades de "mayores"… Sin embargo este sería el momento ideal para fomentar la práctica deportiva.

Si la actividad física es fundamental para los niños más lo es para los adolescentes y adultos, por eso los padres y educadores tienen un papel muy importante en estas edades para fomentar la práctica deportiva y que esta se convierta en un hábito que perdure.
Es cierto que es un momento, además, en el que los niños adquieren más cargas escolares y por tanto tienen menos tiempo libre, pero también es cierto que aquellos escolares que aseguran que no practican ningún deporte por falta de tiempo, tampoco dedican su tiempo a otras actividades organizadas, por lo que los padres tienen una importancia clave para ayudarles a organizarse bien el tiempo libre.
La competición les motiva

Los escolares que realizan algún tipo de actividad física reconocen que uno de los aspectos que más les motiva es la competición. Llama la atención que, en contra de lo que muchas veces se piensa, competir es tan motivador para chicos como para chicas. Sin embargo, a partir de los 16 años este elemento pierde importancia como "factor motivador" tanto para chicos como para chicas, aunque para los niños sigue siendo determinante.
Violencia en el deporte escolar
Desde hace algunos años padres, entrenadores y árbitros deportivos escolares alertan sobre el aumento de la violencia en las competiciones escolares. Dejando de lado las responsabilidades de cada uno, en la encuesta se les ha preguntado a los escolares cuál es su opinión acerca de las situaciones violentas que se producen en el deporte.
El 40 % de los niños reconocen que tanto familiares como el público critican e insultan al árbitro y de estos la mitad reconcen que les gustan estans situaciones. Otro dato revelador y que apela a la responsabilidad púbica de los deportistas profesionales es que el estudio constata que en las actividades deportivas escolares se suelen reproducir las situaciones de las competiciones de alto nivel. En este sentido reconocen que los deportes escolares donde hay más violencia son el fútbol y el baloncesto. Además, y es lo más preocupante, el grado de violencia aumenta con la edad.
Sabías que ....?
- Los deportes más de moda entre los chicos son el fútbol, el fútbol sala y el baloncesto mientras que entre las chicas los deportes más populares son las danzas, el natación y el baloncesto. Llama la atención que mientras algunos deportes considerados tradicionalmente como "deportes de chicos" se cuelan entre los deportes preferidos de las chicas (el fútbol ocupa el quinto lugar) no pasa lo mismo entre los chicos con los deportes considerados tradicionalmente como ‘de chicas’
- La mitad de los escolares dedica parte del tiempo del recreo a realizar actividades deportivas. Al inicio de la primaria tanto chicos (el 82%) como chicas (76%) lo practican pero a medida que crecen lo abandonan ya que en secundaria dedican la mayor parte del tiempo a otro tipo de actividades como sentarse a hablar con los compañeros o escuchar música.
- El estudio realizado por el CSD revela que hay mucha relación entre la actividad física que practican los padres con la que practican los hijos. De hecho, de los niños que realizan actividades deportivas organizadas, el 78% asegura que en su familia hay más miembros que también practican deporte.

FUENTE: www.padresonones.es