6 BENEFICIOS MENTALES DEL EJERCICIO FÍSICO
Y es que, desde hace ya unos cuantos años los científicos están
investigando en averiguar cómo el ejercicio físico es capaz de mejorar
la función cerebral. Aunque, realmente, si soléis practicar ejercicio
físico seguro que ya os habéis percatado de algunos de sus efectos beneficiosos
(como aliviar el estrés, servir para desconectar de la rutina
diaria…) sin tener que investigar mucho. Pero es que además de reducir
el estrés o servir como evasión de la rutina diaria hay muchos otros
beneficios:
1. Libera sustancias químicas que nos hacen sentir bien:
Como ya sabéis, el ejercicio libera endorfinas, unas sustancias capaces de crear sensación de relajación y felicidad. Incluso algunos estudios han demostrado que el ejercicio físico es capaz de aliviar ciertos síntomas de la depresión.
Es por esta razón que muchos expertos recomiendan a las personas que
sufren de depresión o ansiedad que empiecen a practicar alguna actividad
física. En algunos casos, se ha especulado que el ejercicio puede ser
tan eficaz como la medicación antidepresiva en el tratamiento de la
depresión. Y para todo ello no es necesario pasar incontables horas en
el gimnasio, para mejorar el estado anímico bastará con unas sesión de 30 minutos de 3 a 5 veces a la semana.
2. Mejora la confianza en nosotros mismos:
La actividad física es capaz de aumentar la autoestima y mejorar la propia imagen que uno tiene de si mismo.
De hecho, no importa la edad, el peso que se tenga, ni si se es hombre o
mujer,el ejercicio es capaz de aumentar rápidamente la percepción del
atractivo de una persona.
3. Previene el deterioro cognitivo:
El envejecimiento así como las enfermedades degenerativas como el
Alzheimer provocan la muerte de las células cerebrales, lo que a la
larga conlleva que se pierdan muchas funciones importantes del cerebro. Y
aunque que el ejercicio y una alimentación saludable no son capaces de
curar esta enfermedad neurodegenerativa, sí que son capaces de prevenir
su aparición al disminuir el deterioro cognitivo que comienza a
partir de los 45 años. ¿Cómo? Aumentando las sustancias químicas del
cerebro que ayudan a evitar la degeneración del hipocampo, una parte
importante del cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje.
4. Alivia la ansiedad:
Las sustancias químicas que se liberan durante y después del ejercicio pueden ayudar a calmar a las personas con ansiedad.
Al parecer, ejercicios interválicos pueden reducir la ansiedad, y
nosotros que pensábamos que los ejercicios interválicos eran sólo una
buena forma de quemar calorías.
5. Podría aumentar la capacidad intelectual:
Diversos estudios realizados en ratones (aunque alguno también en
hombres) han demostrado que el ejercicio cardiovascular puede crear
nuevas células cerebrales (neurogénesis) y mejorar el rendimiento general del cerebro. Por si fuera poco, otros estudios sugieren que una dura sesión de ejercicio aumenta los niveles de una proteína conocida como BDNF
(Brain Derived Neurotrophic Factor) la cual se piensa que es capaz de
ayudar en la toma de decisiones, el pensamiento y el aprendizaje.
6. Mejora la productividad:
¿Cansado y sin obtener rendimiento después de unas cuantas horas de
trabajo? Salir a trotar unos 20 minutos podría ayudar a evitarlo.
Las investigaciones demuestran que los trabajadores que utilizan parte del descanso a medio día para realizar ejercicio son más productivos y tienen más energía que sus pares más sedentarios.
Las investigaciones demuestran que los trabajadores que utilizan parte del descanso a medio día para realizar ejercicio son más productivos y tienen más energía que sus pares más sedentarios.
Como véis, hacer ejercicio puede tener efectos positivos más allá de
los siempre comentados. Ganar autoconfianza, ayudar a salir de una mala
racha, o incluso ayudarnos a pensar y razonar de forma más inteligentes
son algunas de las razones que también nos pueden motivar a practicar
ejercicio de forma regular.
Fuente| Shape
Imagen| shopimania